Cachitos reales

“Menos mal que nos morimos”
Lorenzo Iriarte
(Filósofo de caballería)

Entre los corrillos de Palacio, dentro de la corte española, suenan recurrentes
los rumores de infidelidad o de cachitos reales que según refiere la “desinteresada”
prensa catalana del Nacional CAT, Doña Letizia, reina consorte de España, ha puesto
en la frente del actual Rey de España, decorándosela de forma regia y al parecer
notoria, con un tal Jaime del Burgo, que presume de la “hazaña” de haber sido
amante de la entonces alteza Real (aún no era Reina). Pero he te aquí, que tal
noticia intrascendente por cuanto los partes de cama de las familias reales, poco o
nada tienen que ver con su verdadera función. De hecho, no se conoce afamado Rey
que no haya tenido amantes e hijos bastardos, incluida la trayectoria inefable de
nuestro querido campechano, a igual que su abuelo Alfonso XIII; la abuela de éste
último, Isabel II, daría para un libro en estos menesteres de alcoba. A pesar de lo
aparatoso de la noticia en el mundo de la llamada prensa rosa, y, dada la casualidad
de la aparición desta noticia en un medio que apoya políticamente al brazo
independentista de la rama que ha dado luz verde a la investidura de Sánchez
(Antoñito el Grande para determinado círculo), lo cierto es que no tiene mayor
recorrido.
Desconozco si ese tal Jaime, ex cuñado de Doña Letizia, tuvo amistad, algo
más, o simplemente le dieron calabazas, tanto la entonces princesa como su
hermana al enterarse de la jugada, pero, hay hechos que chirrían escandalosamente
en esta historia que hacen que el porcentaje de la veracidad del presunto chisme
sea igual a 1 dividido entre infinito. Y para ello me baso en hechos incontestables.
El primero de ellos es la inteligencia sobrada y demostrada de Doña Letizia, tanto en
cultivo académico como destreza al dirigir desde la sombra el peso mayor de la
Corona, que la hace bastante incompatible con lances amorosos con jaimitos. A ello
se añade la acertada decisión de no comentar nada que esté absolutamente fuera
de lugar como el evento noticiado. Sí por el contrario, en defensa de esta hipótesis
que sostengo de la falacia mediática, puedo referir como fuente fidedigna que en los
años noventa, en el restaurante del hotel la Toja en Pontevedra, un testigo directo
que se caracteriza entre otras cosas por no mentir nunca, me refiere la anécdota de
que este Jaime del Burgo, se agenció y asió unas almejas en dicho restaurante para
yantarlas manejando para dicha difícil encomienda, cuchillo y tenedor. Y es que un
personaje que emplea para esos menesteres (comer almejas) cuchillo y tenedor,
sospecho que bien lo que se dice bien comer marisco, no se le da. Por ello, hay que
descartar sobradamente la presunta aventura amorosa, y mucho menos darle el
pábulo y longevidad. No es suficiente munición para tumbar a la monarquía. Eso sí,
el tweet con foto en baño público de la actual Reina y puesto en su boca aparentes

palabras comprometidas, le quedó muy bien, sobre todo para llamar la atención y
garantizar de antemano el éxito de ventas del próximo libro que publique.
La idiotez no tiene límites, así como la credulidad de muchas de las almas aburridas
de nuestra querida España. Descanse en paz la inteligencia de algunos voceros de
nuestros medios de la prensa rosa.

Por Pedro Pérez Blanes

Deja un comentario