Aquellas tribus de los ochenta

Hubo un tiempo no muy lejano, donde la juventud se divertía sin redes sociales, sin móviles, y sin
internet. Donde quedaban en un lugar a una determinada hora y hablaban en la red social del tú a
tú en cualquier esquina de cualquier barrio. Un tiempo en el que la diversión radicaba
fundamentalmente en escuchar buena música y adentrarse en el submundo de las tribus urbanas.
Los móviles llegaron en la década de los 90.

Pedro Pérez Blanes


Pero, sin duda alguna, la mejor década para la juventud de entonces fue la década de los ochenta. Estamos hablando de un tiempo donde los músicos que vendían más discos normalmente era porque hacían buena música original. Estamos hablando de un tiempo donde la tecnología no hacía (como ahora) que cualquiera que se sube a un escenario con un micro era una rock star porque los efectos corregían las deficiencias. Estamos hablando de una época donde era habitual en los directos los pitidos y el acople de micros. Donde
las guitarras eléctricas se enchufaban directamente a amplificadores sin otro efecto que el sonido
sacado directamente de las cuerdas, salvo alguna pedalera para saturar algo el sonido.
Según el tipo de música que se escuchaba y con la que se identificaba a la propia juventud se
distinguían a las entonces incipientes tribus urbanas. Por ejemplo, los Punkies, los Heavys, Los
rockers o rockabillies, los Mods, etc… Por este motivo, era esencial la música como diversión en
aquel mundo, en el que el lamentablemente, en el lado oscuro, se encontraba la droga.
En los ochenta surgieron grandes músicos y agrupaciones de Pop Rock en el panorama español,
cada una ubicada dentro de su tribu. Así por ejemplo, de la tribu del punk, tenemos la Polla
Records, o Kortatu, de la tribu de los Rockers, a Loquillo y a los Rebeldes, o de los Heavys o Rock
duro, los inmortales Barón Rojo, Panzer, Obús o Ñu.
Fuera de estas tribus por su propia personalidad, y por entender que son inclasificables, hay un
amplio abanico de gran espectro. También existió dentro de esa juventud, otra, que sin
identificarse ni ir disfrazada de una tribu concreta para afirmar su personalidad, sí que
frecuentaban lugares y conciertos donde se escuchaban grandes grupos no necesariamente
clasificados en esas tribus urbanas. Me estoy refiriendo a agrupaciones o solistas como Leño, Luz
Casal (en su primera fase rockera), Radio Futura, Gabinete Galigari, Duncan Dhu, Los Secretos,
Nacha Pop, Mecano, el Último de la Fila, La Unión, o Celtas Cortos.
Otros, pudimos participar activamente en pequeñas agrupaciones propias de rock local, que
disfrutamos en el entorno de los que era Sevilla y sus alrededores, con más pena que gloria.
Recuerdo grupos que llegaron a grabar álbumes y de los que compartimos incluso instrumentos e
instrumentistas. En aquel ámbito local grupos como Acracia, Círculo vicioso, Silvio y Sacramento,
Baldomero Torres y sus cuchillos afilados, Avíos del puchero y pestiños reveníos. Sí, nombres
exóticos, que dieron viejas noches de gloria en conciertos a los que pude asistir en primera
persona en la vieja sala Fun Club de la Alameda de Hércules.
Recuerdo adolescente, a comienzos de los ochenta en una buhardilla de una casa de mi
entrañable amigo Manolo, acordar fundar un grupo de rock. Primero dimos con Carlos, que luego
fue la batería y que por entonces con 5000 pesetas se consiguió hacer con una de segunda mano.
En una mañana calurosa sevillana, lo acompañé a comprar un bote de pintura acrílica para
tunearla y dejarla presentable, teníamos por entonces la friolera de 16 años. Luego dimos con José
Eulogio (Teclista) y más tarde con Juan Jesús, (guanyu para conocidos y amigos), el bajista. Esa fue
la primera formación, a la que luego se incorporarían otros como Jesús (bajista), Pedro Silva
(batería), Eva (vocalista), y otros colaboradores. Tuvimos gloriosos ensayos compartiendo local y

sesiones con músicos incluso flamencos como el bajista de Ecos del Rocío, o del propio grupo
Acracia. Tuvimos pequeñas giras veraniegas a finales de los ochenta y conciertos en vivo. Y una
pequeña historia de canciones de interés que nunca llegaron a las listas de ventas. Pero sin
embargo, consolidamos una verdadera y sincera amistad incondicional que llega hasta nuestros
días.
En aquella buhardilla, mientras componíamos nuestros primeros temas, nos bebimos toda la
música española actual de entonces que pudimos, fuimos a conciertos de los Secretos, Los
Rebeldes, Baron Rojo, y otros del momento, y absorvimos ávidos las canciones y temas de Bob
Dylan, Led Zeppelin, Deep Purple, The Who, Jethro Tull, Dire Straits, Status Quo, Queen, Bruce
Springteen, The Allman Brothers, Jimmy Hendrix, Janis Joplin, Santana, así como clásicos como los
Rolling, Beatles, Chuck Berry, Fats Domino, Little Richard y Eddie Cochran. Pocas personas conocen
que las grandes bandas antes de comenzar con sus brillantes temas fueron covers de otros. Los
Beatles, desde su fundación allá por 1956 hasta 1962, en que lanzaron su primer canción original
en single (Love me do), versionaron clásicos del Rock, sobre todo de Chuck Berry y Little Richard.
Hay un doble álbum casi descatalogado (yo tenía uno en vinilo que perdí), del cuarteto de
Liverpool en un concierto en directo en Hamburgo en 1961, con su primer batería Pete Best, sin
tocar un sólo tema propio. Y con una versión bastante divertida y transgresora del clásico bolero
“Bésame Mucho” cantado por John Lennon.
https://www.youtube.com/watch?v=BOBfpae1ZfI
En la historia de la música rock, hay un grupo singular que pasó con cierta gloria pero que hoy es
un gran desconocido para una mayoría que eran The Yardbirds. Grupo británico de Blues y Rhythm
blues principalmente, y que estuvo activo entre 1963 y 1968. Grupo que en sus comienzos
tocaban versiones de Muddy Waters o Elmore James entre otros, pero que se caracterizó por
denominarse el nido de guitarras. Entre sus miembros guitarristas destacan Jeff Beck, que
sustituyó a su primer guitarrista un desconocido entonces Eric Clapton (Layla). Eric Clapton dejó el
grupo para adentrarse con otra histórica agrupación, la banda de John Mayal y los Bluesbrakers.
En la última etapa del grupo aparecería otro gran guitarrista del grupo, Jimmy Page, que tras la
disolución del mismo en 1968, fundaría y grabaría en 1969, el primer álbum del glorioso y mítico
grupo de Rock Led Zeppelin. De tal modo, que The Yardbirds fue una cuna o plataforma de ensayo
de otros grandes músicos profesionales.
A un nivel mucho menos ambicioso, aquella agrupación de rock local que fundamos unos chavales
de 16 años en el aljarafe sevillano, tuvo algunos miembros destacados y colaboradores que luego
serían profesionales del mundo de la música, y sin querer hacer una larga lista, destacaremos a la
mejor y una anécdota. La solista en cuestión se llama Eva. A Eva, la conocí por casualidad al ser
amiga y compañera de colegio de mi hermana, y quería aprender a tocar la guitarra. A ella y a su
amiga Rocío, les dí unas cuantas clases, y me quedé gratamente sorprendido de la calidad de su
voz. Le ofrecí cantar con el grupo algunos temas de blues a los que ella aceptó. Dimos algún que
otro concierto con ella, recordando una anécdota en 1988 en una discoteca de la ciudad de la
Algaba que entonces se llamaba Vértice en uno de nuestros conciertos. Por aquel entonces era
normal fumar y beber dentro de los locales, y ofrecer la posibilidad de una remuneración por el
concierto y además barra libre. Recuerdo antes de empezar el concierto, que el dueño del local,
nos requirió para que empezáramos ya aunque no habíamos sonorizado. El comienzo fue un
pequeño desastre hasta que pasados dos temas el técnico de la mesa de sonido más o menos
ecualizó el sonido de los instrumentos y los micrófonos y monitores. En un pequeño y breve
receso, le indiqué al dueño que trajera algunas bebidas para nosotros a lo que se negó, con cierto enojo. Fue entonces cuando entró en escena Eva cantando su primer tema, una versión del blues
de la banda Allman Brothers llamado Jelly, Jelly. Cuando acabó, se vino abajo el local y de forma
casi inmediata, en los monitores de cada uno de nosotros apareció un cubata. El concierto fue un
exitazo.
La Eva en cuestión es Eva Cortés, ahora una magnífica cantante profesional de Jazz, afincada entre
París y Nueva York, que ha grabado para discográficas como Blue Note o Verve, y ya es parte de la
historia de la música.
https://es.wikipedia.org/wiki/Eva_Cort%C3%A9s
https://www.youtube.com/watch?v=JW9tUr0dDcc
https://www.youtube.com/watch?v=59d62lwueKc
https://www.youtube.com/watch?v=MwplA-7Hu7c

Aquellos ochenta fueron mágicos e irrepetibles. No me lo contaron. Estuve allí.

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