Acción Mutante

“La crisis de hoy, es el chiste del mañana”

“La civilización es una carrera entre la educación y el desastre”

H.G.Wells (1886-1946)

Acción Mutante es el título de una película española, el primer largometraje de Alex de la Iglesia, y en donde un grupo de deformes genéticamente (mutantes), pretende vengarse de los ricos y guapos. Espolvoreada de tintes de cine gore y humor macabro propio de los orígenes del célebre director de cine, es una película ácida, singular y realmente buena, que fue galardonada con varios premios Goya, y una irrepetible banda sonora con temas de DEF CON DOS.  La crítica social que subyace en el mensaje de la película, se descubre en la naturaleza de sus efímeros personajes, como el Chepa, un enano de apenas metro y medio, judío, masón, comunista y homosexual. La antítesis del modelo facha patrio de la dictadura.

Por Pedro Pérez Blanes

Pero como si se tratara de una película distópica de humor negro, mezclado con realidad subversiva, tenemos ya desde hace másde un año, la pesadilla de este largometraje inacabado, del SARS COV 2. Qué casualidad y similitud con el nombre (Def Con 2). Un virus, del que se afirma que surge de experimentar con un coronavirus de un murciélago y modificarlo genéticamente para hacerlo más letal y contagioso, y que con casi total probabilidad, se les escapó de un laboratorio de seguridad al Estado chino. Este virus real de pesadilla, no es un montaje, pues lo ha sufrido y padecido muchísima gente y el que escribe estas líneas. El personaje microbiano hecho realidad, está ahora experimentando mutaciones. Pero lo trágico de estas mutaciones bautizadas  como británica, sudafricana, brasileña o californiana, no hacen distingos de género, de clases sociales, o de países, y al parecer, como novedad, tampoco por edades. Se lleva por delante abundante población, dejando no pocas secuelas en millones de supervivientes la infección. Sí, parece una película de ciencia ficción tipo Acción mutante, pero… no lo es. En el largometraje de ficción mutaban los humanos, en la realidad descarnada que vivimos, muta el infecto virus, cuya influencia y contagio no tienen fin. Además, como se contagia fácilmente por el aire, su control es harto complicado pululando miles de asintomáticos por la sociedad. No se le puede poner coto al mar ni vallas al campo; por ello, harto complicado es controlar una juventud que rezuma hormonas de sociabilidad festivo sexual por más de un año, constituyendo ahora el vehículo ideal de transmisión en fiestas y reuniones privadas que siguen y seguirán celebrando, por mucho que se les multe (la gran mayoría son insolventes), se establezcan cierres perimetrales, toques de queda, o cierre de negocios.

En esta guerra sin cuartel, cuyas consecuencias humanas devastadoras (por la pérdida de vidas) y económicas, serán equiparables y superarárán la de las dos guerras mundiales del siglo XX juntas; las mutaciones virales son secundarias e irrelevantes. O se gana la batalla al virus, o convivimos con él con los que sobrevivan a sus efectos.  La realidad del planeta Tierra y de todos los seres vivos que lo habitan puede mutar como sucedió tras la caída del famoso meteorito en la península del Yucatán hace más de 66 millones de años, que supuso la extinción de los dinosaurios, y la aparición de esa nueva especcie de animales llamada mamíferos. Nosotros venimos en alguna medida de otra extinción, la de los Neardentales. ¿Quién sabe, si tras esta pandemia inacabada mundial no nace una nueva especie que deja obsoleta al Homo Sapiens?

El final de esta última película está por escribir, pero, la que realmente me preocupa en grado sumo es otra acción mutante. Se trata de la variante hispana de unos seres que parecen modificados genéticamente, y que habitan algunos departamentos y organismos de las Administraciones Públicas españolas. Me refiero a los funcionarios o que hacen las veces de, con cargos de responsabilidad, donde es un misterio absolutamente indescifrable (por eso no aparece ni en Cuarto Milenio), descubrir cómo llegaron allí mediante un presunto sistema independiente y meritorio de oposición. Mutantes deshumanizados que habitan en un planeta de vida paralela que sólo existe en su imaginación, y que les importa una higa la situación personal y circunstancial del administrado, manifestando una absoluta amnesia de lo que es y debe ser el servicio público al que se debe cualquier funcionario. Es decir, me refiero a esa peligrosa mutación (en la última década muy abundante) de aquella  persona que ha optado por un empleo público para servir con eficacia al ciudadano que le paga, con el respeto del tiempo del interesado que se acerca a esa administración y el debido respeto y consideración hacia su persona, y que desconoce o simplemente se le olvida el concepto de servicio y de servidor público que es la base de su función. Efectivamente, esta acción mutante sobre el empleado público, ha hecho y sigue haciendo estragos en nuestra sociedad.

Y esta pequeña introducción sobre esta última mutación, me sirve, para poner un ejemplo, de cómo una mutante responsable en materia sancionadora en toda una Delegacion Central de la Agencia estatal de la Administración Tributaria de capital de provincia en Andalucía (omitiré la ubicación exacta para evitar salida masiva de contribuyentes de ese lugar de residencia), me recibe impasible y con desparpajo, me justifica girar una apertura de expediente sancionador, a una señora anciana de 99 años, que lleva más de dos inmovilizada con la cadera rota, analfabeta de lectura y escritura (pero no del saber vivir y estar) por haber tenido que dejar la escuela a los 13 años por la guerra civil, y luego tener sin solución de continuidad que criar a 4 hijos en la posguerra española. Y es que sus hijas y  gestor contratada por éstas últimas, cometieron el error “imperdonable” de no comunicar en su declaración de renta, la venta de un pequeño terreno rústico que tuvo que vender para poder pagarse una mujer, ya que la ayuda a la dependencia de su gran incapacidad que padece y que no se la daban, y además, después de ser aprobada finalmente, tras un largo periplo administrativo hace meses, aún no la ha empezado a recibir.

Pues bien, sobre una hipotética ganancia patrimonial de apenas 40.000 euros (que realmente fue menor, pero que no se puede justificar documentalmente), nos encontramos con una liquidación con intereses de demora de 13.000 euros, más una primera sanción propuesta de más de 5.600 euros, para posteriormente, en 4 días, sin anular el acuerdo de inicio previo de expediente sancionador, girar otro con el mismo número de expediente, pero incrementándolo en un 66% hasta los 8.500 euros la sanción, por considerar que es una falta grave por actuar con dolo, culpa y grave negligencia. Haciendo un total a pagar de más de 21.000 euros, sobre una supuesta ganancia de 40.000, de una pensionista mileurista. Llama poderosamente la atención cómo la ayuda a la dependencia no termina de llegar, pero los procedimientos sancionadores de recaudación vuelan a la velocidad de la luz.

Preguntada a la Jefe o Jefa (a gusto del lector) en su apartado y exclusivo despacho, cuál de los dos procedimientos abiertos era el bueno: el primero (ya notificado y contestado, y por tanto con la producción de efectos jurídicos), o este segundo que pretendía sangrar aún más a esta anciana. Me comenta que no, que ella puede perfectamente rectificar cuantas veces quiera y emitir cuandos nuevos acuerdo de inicio de procedimiento de sanción quisiera. Ante el comentario y aclararle que un acto administrativo (de gravamen) que produce efectos jurídicos y es emitido y notificado al interesado por la Administración, no se puede anular por la vía de los hechos, salvo manifiesto error aritmético o de hecho, me responde que un Acuerdo de inicio de expediente sancionador no es un acto administrativo. A los legos en materia jurídica, esta afirmación es como decir que un humano no respira, sino que puede mover los pulmones por ejercicio voluntario, suntuoso y figurativo de puro ornato, estando muerto. Ante tamaño disparate y sobre todo del espanto provocado, y sabedor de cómo semejante personaje puede estar al frente de un departamento tan transcendente para las situaciones personales y patrimoniales de tanto contribuyente indefenso, le comento: “En ese caso, no hay nada más que hablar, recurriré a todas las instancias, Recurso de reposición, TEARA (Tribunal Económico Administrativo), y todas las instancias de la jurisdicción Contencioso administrativa; cuando la sanción sea firme dentro de 7 u 8 años, si ustedes ganan la partida judicial (lo cual es probable si sigue el mismo sistema de elección de jueces), seré yo mismo el que gustosamente pague la injusta y salvaje sanción tributaria, pues será señal de que la contribuyente que la padece, mi abuela, habrá llegado a los 107 años”. A título informativo al lector, debo decir, que hasta ahora (todo se andará según qué mutante legisle), las deudas derivadas de sanciones (multas), ni las penas privativas de libertad (las condenas de cárcel) y las deudas derivadas de éstas, NO se heredan, y por tanto se extinguen con la muerte del multado/a o del reo de prisión.

Lo que me comentó la mutante funcionaria después de estas palabras, las omito, el cine gore ya pasó de moda, pero sí me pareció escuchar los acordes y letra de la canción “mamarrachismo power”, de DEF CON DOS.

Vivimos en una prisión gobernada por seres sin alma, ególatras ávidos de poder por el poder, casta de privilegiados, e insolidarios de facto, cuyos intereses son gestionados por mutantes serviles y descerebrados, infinítamente más grotescos que los personajes de la célebre película de Alex de la Iglesia. Que Dios nos coja confesados cuando todo esto, absolutamente insostenible en el medio y largo plazo, estalle. 

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